Mora de Rubielos

Mora de Rubielos

La arqueología de Mora de Rubielos se ha demostrando riquísima, pues se calcula que existen en torno a 366 yacimientos en este término municipal.

Pedro II entregó Mora a Pedro Ladrón en 1198, y perteneció a la comunidad de Teruel hasta la creación por Jaime I de la baronía de Jérica para su hijo natural Jaime. En 1370 lo donó a su sobrino Juan Fernández de Heredia. Es en estas fechas, finales del XIV, cuando ha de situarse el inicio de la construcción del castillo que actualmente puede contemplarse, sin duda uno de los mejores ejemplos de arquitectura cívico-militar del gótico mediterráneo. El patio, alrededor del cual se ha desarrollado todo el plan del castillo, sigue la distribución habitual en los alcázares señoriales y hoy sirva como escenario para espectáculos dentro del Festival Puerta al Mediterráneo.

En las proximidades podríamos ver la actual iglesia, dedicada a la Natividad de la Virgen, que alcanzó en 1454 la categoría de colegiata, y que mantuvo hasta 1851. El templo es sin duda el ejemplo más grandioso del grupo de iglesias aragonesas con planta de una nave y capillas laterales.

Por su parte, la fachada del ayuntamiento presenta un volumen muy macizo, realizada en sillería en estilo herreriano, generalizado a mediados del siglo XVI. Dentro de la arquitectura civil, en Mora se encuentran interesantes viviendas y sus originales fachadas.

Mora mantiene una gran tradición devocional en las numerosas ermitas que pueblan su término municipal. Además Mora es conocida como «villa del toro embolado». El ciclo festivo gira en torno al toro y al fuego, que unidos constituyen un verdadero espectáculo.

Instalaciones deportivas:

CAMPAMENTO EL MORRON-BARRACHINAS (Privado)

HOTEL LA RUDEDA II (privado)

Manzanera

Manzanera

El nombre de este pueblo parece evocar a la inspiración, esa de cuando Newton descubrió la ley de la Gravedad tras que una manzana cayese en su cabeza. Desandamos varios siglos cuando contemplamos los portales de la antigua muralla de la localidad con sus torreones almenados, queriendo cerrarse ante un futuro moderno. Vigilan estos cambios la torre del homenaje y los restos del castillo de los Ladrón de Villanova. También la iglesia de El Salvador, obra barroca del siglo XVII es un edificio importante en el recorrido del pueblo.

Sin embargo, invita al descanso su balneario denominado «El Paraíso» por recibir ese nombre el lugar donde se ubica, pero por algo será.

Además podemos dar un paseo por Paraíso Alto o por algún otro barrio de Manzanera como Los Olmos, El Paúl, Los Cerezos, Alcotas y Las Alambras.

Todos estos pequeños núcleos tienen sus propios paisajes y sus edificios singulares, además de invitar al paseante a la tranquilidad plena.

Además en el término municipal de Manzanera se encuentra la Sabina del Desmayo, por su especial singularidad entre las de su especie ya que sus ramas están colgando hacia abajo.

Instalaciones deportivas:

La Puebla de Valverde

La Puebla de Valverde

Ese aire fresco que viene de Javalambre, que se respira en La Puebla de Valverde, es el que seca los jamones y embutidos que se elaboran en estas tierras.

A parte de esto, el municipio es conocido entre los paleontólogos por el Yacimiento del Plioceno (Edad Villafranquiense) de «La Rocha de la Noguera» declarado Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón en 2004; ya que aquí han sido encontrados los fósiles de numerosos mamíferos entre los que destacan unos cérvidos (Cricetoceros pueblensis), que han adoptado para su nombre científico el nombre del municipio.

La Puebla de Valverde debió tener calzada romana y muralla, aunque lo que nos quede hoy de ello sean los portales de Teruel y de Valencia (ss. XII y XIII) que servían de acceso al recinto amurallado.

Además es interesante visitar la iglesia de Santa Emerenciana, obra de estilo gótico-renacentista de los siglos XVI y XVII, con su imponente portada manierista y las diferentes ermitas, casonas y fuentes entre la que destaca la de la plaza Trucharte elaborada a principios del siglo pasado por el arquitecto tarraconense Pablo Monguió, quien dejó un valioso legado modernista en las casas de la plaza del Torico de Teruel.

Instalaciones deportivas:

Linares de Mora

Linares de Mora

Uno de los detalles que hacen de Linares un lugar único, es el color claro de sus casas contrastando con los tejados de teja roja árabe. Por este y otros muchos motivos, el Gobierno de Aragón declaró este lugar Bien de Interés Cultural en el año 2001.

Linares se encuentra edificada en las faldas de una montaña rematada por el castillo cuya existencia se remonta a 1202 cuando fue donado al obispado de Zaragoza por Pedro II. Entre sus ruinas todavía adivinamos su planta irregular para adaptarse al terreno y la torre.

El exterior de la iglesia de la Inmaculada Concepción es muy llamativo, destacando el hecho de que el campanario esté separado de la nave principal. El interior sorprende por su riqueza, ya que el Altar Mayor está cubierto por un baldaquino de madera sobredorada. El original, de mármol, fue destruido durante la guerra civil al igual que el órgano.

Instalaciones deportivas:

Gúdar

Gúdar

Si hiciésemos un vuelo rasante por encima del pueblo de Gúdar, nos llamaría la atención la abundancia de pinares y de pastizales, que componen este paisaje típico de montaña con rincones pintorescos y surcado de abundantes fuentes.

Estos manantiales con sus alrededores se conjugan para crear parajes como la fuente de los Caños, cita obligada de los excursionistas, o la fuente del Cura, junto al río Alfambra o la Dehesa, un merendero ubicado entre pinares.

Los pastizales, por su parte, tienen otros protagonistas, pues el ganado pace con parsimonia al suave sonido de los cencerros y las esquilas.

Ese sonido a campana nos hace mirar hacia la iglesia neoclásica de Santa Bárbara del siglo XVII, desde donde tradicionalmente tañían las campanas.

Con nuestra mirada descubrimos el modo de construcción de esta localidad, Gúdar se asienta sobre un espolón rocoso, esa posición de altura le permite tener excelentes vistas.

El municipio se asoma como a un balcón sin temor a la caída y desde él ve una maravillosa vista hacia el valle del río Alfambra.

Instalaciones deportivas:

Fuentes de Rubielos

Fuentes de Rubielos

El pueblo, a sólo 6 km. de Rubielos, ocupa el área de cabecera de varios barrancos procedentes de Peñarroya y que drenan directamente hacia el río Mijares.

El núcleo principal de población se asienta sobre un espolón, a media altura entre la Muela Alta y el barranco de Fuentes, diseminándose por el resto del término municipal una gran cantidad de masías.

Esta localidad posee un urbanismo característico, articulado en torno a la calle Mayor, en la que se concentran las construcciones más sobresalientes.

Fuentes de Rubielos cuenta con un hábitat natural muy sugerente. Entre las distintas posibilidades que el entorno del pueblo ofrece, cabe destacar las bellas panorámicas de la Sierra de Gúdar y de la depresión del Mijares que se pueden observar desde sus altozanos.

El disfrute del senderismo, los baños en las riberas de su espectacular río Morrón y los agradables paseos alrededor de las ermitas de la Magdalena y Santa Isabel, a través de sus pinares, sabinares, rebollares y carrascales, deleitan al viajero.

Instalaciones deportivas:

Formiche Alto

Formiche Alto

Su ubicación a los pies de una colina la conserva al resguardo del frío y el viento, también se acurruca cuando el sol es fuerte como buscando la protección de esa matriarcal montaña.

Los alrededores de Formiche nos llevan por recodos de ríos que la hermanan con su barrio Formiche Bajo. Ambas poblaciones conservan arquitectura del siglo XVII, como el ayuntamiento y la ermita.

Formiche Alto reclama atención hacia su puente medieval que recuerda a tiempos de conquista, de torneos a caballo y de pasos tranquilos de carretas. Hoy ese puente nos conduce hasta una fuente en donde la sombra de un tilo nos acompaña y reconforta.

En las proximidades podremos ver el monumento al carbonero que nos enseña la estampa de los antiguos habitantes de la localidad.

En su término cuenta con un árbol monumental como la sabina Pinera, tres poblados ibéricos y uno de la Edad del Bronce.

Instalaciones deportivas:

El Castellar

El Castellar

Un castillo se alza en lo alto de la cumbre más cercana al pueblo de El Castellar, esa fortificación protectora de los lugareños frente a ataques data de los siglos XII y XIII.

También es de tiempos pasados la casa consistorial del siglo XVI y XVII.

Del siglo XVIII datan las ermitas y la iglesia de la localidad todas realizadas en época del auge del barroco.

Acercándonos a cualquiera de estos edificios podremos disfrutar de otros enclaves bonitos y atractivos, como las orillas del río Valbona o el entorno del castillo que nos lleva a cotas cercanas a los 1300 metros.

En sus alrededores abunda el pino, pero no hay que perder de vista la presencia de un sabinar de características húmedas, con abundantes quejigos, cercano al núcleo de población, situándose por encima de los 1700 m de altitud.

Recientemente la localidad ha sido conocida por sus abundantes icnitas, huellas de dinosaurio que han sido estudiadas por los investigadores de la Fundación Dinópolis.

Instalaciones deportivas:

Camarena de la Sierra

Camarena de la Sierra

Entre los 1.300 m en que se encuentran las huertas de Camarena y las cumbres de las sierras circundantes hay desniveles topográficos de 600-700 m, lo que convierte a este valle en un ámbito verdaderamente agreste, rodeado de escarpes por el este (Altos del Ave y del Ventisquero; Pico Javalambre, 2.020 m), sur (Cerro Cavero, 1985 m; La Zamarrilla; Pico Calderón, 1839 m) y oeste (Loma de San Pablo, 1790 m).

En el municipio brotan abundantes fuentes: de los Baños, del Hielgo, Blanquilla, de las Salinas, de Lázaro, del Peral, etcétera.

No sin razón se conoce a Camarena como el «pueblo de las cien fuentes». Son numerosos los parajes de interés, de entre los que puede destacarse el salto de los Amanaderos, en el barranco del mismo nombre.

La iglesia de San Mateo se construyó en la segunda mitad del siglo XVII, como confirma una inscripción fechada de 1677 situada en el exterior del templo. Su estructura tipológica continúa una larga tradición en las iglesias turolenses de nave central única con capillas laterales, en este caso comunicadas entre sí. La decoración barroca, compuesta a base de angelotes y frutos de estuco, se complementa con elegantes esgrafiados propios ya de comienzos del XVIII.

Instalaciones deportivas:

Cabra de Mora

Cabra de Mora

Cabra de Mora se asienta en la baja ladera suroriental de un amplio monte, junto a la confluencia de los ríos Alcalá y Valbona y del Barranco de la Tormeda.

La marcada inclinación del emplazamiento seleccionado ha favorecido el desarrollo de un urbanismo basado en largas calles que discurren de forma paralela a las curvas de nivel, siendo relativamente escasas y muy empinadas las calles transversales.

A pesar de los condicionantes orográficos, el caserío dispone de tres plazas, unidas entre sí, a las que se abren los principales edificios de la población, destacando, por su trazado y amplitud, la plaza Mayor.

De gran interés, por su rara tipología y gran monumentalidad, resulta la ermita de la Escala Santa, frente al costado izquierdo de la iglesia. De mampostería y cantería, consiste en una escalera de mármol negro cuyo número de escalones representa la Pasión de Cristo. Su nave se cubre con un techo plano, decorado con escenas de la Pasión y motivos del rococó.

En la parte baja de esta ermita se sitúa el Baptisterio de San Juan, sobre cuyo arco de entrada una placa habla del privilegio de jubileo constante a los constrictos que visiten la ermita. Este singular monumento se construyó en 1730.

Instalaciones deportivas: